Por tu ingeniosa capacidad de llenarme con sinsentidos.Por tu indiferencia tan cercana y tus miradas transitorias.Porque respiramos el mismo aire y me apartas el pelo de la cara.Porque a veces estoy apunto de rendirme, también.Por eso. Yo no sabía que era esto, y tampoco lo sé ahora.

Pero un día te dejé el corazón en carne viva convertido en escaparate.Y desde entonces los días giran como una atracción de feria alrededor de tus movimientos,te mueves en otra frecuencia pero yo sigo empeñada en sintonizarte.

El pez se muerde la cola, y si hoy pico el anzuelo es porque quiero.Y lo que quiero es a ti. Me dan igual las interferencias. Nunca me faltan ni las ganas de encontrarte una noche, ni las mariposas en un estómago vacío.